Puerto Rico: a cien años de 1898

PURTO RICO: A CIEN AÑOS DE 1998


Algún día el año 1898 se convertirá en mera fecha histórica. Por ahora, en Puerto Rico, sigue siendo algo más intenso: un problema planteado, una agenda incompleta, una herida abierta. El centenario de la Guerra hispano-americana, de la intervención estadounidense en la guerra de independencia cubana y de la invasión de Puerto Rico por EEUU -más allá de los gestos oficiales del régimen colonial- será en Puerto Rico motivo de reflexión, de protesta, no de celebración.

De las tres colonias (Cuba, Filipinas y Puerto Rico) arrebatadas por EEUU al imperio español en la guerra de 1898, Puerto Rico era la que para esa fecha no había logrado organizar una guerra de independencia. Un siglo después es la que aún no se ha librado del régimen colonial que se inaugura en 1898.

Los separatistas puertorriqueños habían sido, sin embargo, los pioneros del proyecto de una Confederación Antillana. No sólo esto: habían practicado esa solidaridad antillana desde el trabajo de apoyo en América Latina, hasta la labor incansable de Betances en París -como representante de los revolucionarios cubanos- pasando por la participación en la guerra en Cuba misma. De esa tendencia surgirán las advertencias más tempranas ante la amenaza de una intervención norteamericana, que, de darse, cerraría el camino a una verdadera independencia y bloquearía el proyecto de una confederación caribeña. El siglo XX confirmó todos los temores de los revolucionarios puertorriqueños.

Para otros la lección sería dolorosa. No hay duda de que 1898 despertó inicialmente grandes esperanzas en diversos sectores de la sociedad puertorriqueña. No hay duda de que el autoritarismo del antiguo régimen español aseguró que pocos lamentaran su partida. ¿Acaso no era EEUU una república democrática? ¿Acaso no era el país más dinámico y pujante del mundo, que prometía ser vanguardia de la modernidad en el siglo XX? ¿Acaso no había surgido de una revolución anticolonial? ¿Acaso no era la tierra del granjero, de la iniciativa, de la igualdad de oportunidades?

Desde el mismo 1898 empezaría a desplegarse el desengaño. De 1898 a 1900 se mantiene la isla bajo un gobierno militar. Luego, en 1900, se establece un régimen abiertamente colonial. Detrás de la república, se empezó a detectar el imperio; detrás de la democracia y la igualdad de oportunidades, el poder de los grandes monopolios económicos; detrás de la promesa de desarrollo económico, la subordinación de la economía isleña a las necesidades del gran capital norteamericano; detrás de los ideales de Jefferson, el latifundio y el monocultivo azucarero.

Así, una figura como la de Matienzo Cintrón trazaría las etapas de su desilusión con la república del Norte: “Antes creíamos que la libertad no podía conseguirse sin vosotros. Después creímos que podía conseguirse con vosotros y sin vosotros. Hoy creemos que la verdadera libertad... no puede conseguirse con vosotros, sino sin vosotros, quizás contra vosotros”.

Cien años después, ¿qué se discute en el país? Cómo superar el régimen colonial. Cómo reorientar la economía a las necesidades del país. Cómo resistir a la entrega -implicada en las políticas de privatización neoliberales- de empresas y sectores claves al capital transnacional. Cómo establecer una nueva relación con la naturaleza, luego de que el capital la sometiera al monocultivo unilateral de la caña, para luego casi matar la agricultura y remplazarla con una urbanización y semi-industrialización particularmente desarticuladas y destructivas.

Ninguno de estos problemas tiene solución fuera de un proyecto de unidad caribeña: desde el Caribe mismo, hasta ese otro y mismo Caribe que vive y lucha en el Norte. Ningún argumento contra la independencia de Puerto Rico se usa más que la difícil situación que viven los pueblos independientes de la región. No se puede res-ponder a ese argumento si no es vinculando la conquista de la independencia de Puerto Rico a la lucha de los oprimidos y oprimidas de América Latina por una nueva independencia. Dar pasos en esa dirección es la mejor forma de recordar la fecha de 1898.