Militancia y resistencia «telemática»

Militancia y resistencia «telemática»

(PNUD, Informe 1999)


La tecnología de las comu-nica-ciones hace que esta era de mun-dialización sea distinta a cualquier otra. La Red (Internet) y los teléfonos móviles han reducido el espacio y el tiempo. La unión del tratamiento computarizado de la información, con las técnicas de comunicación (satélites, fibra óptica...) desató una explosión sin precedentes de formas nuevas de comunicación a partir de 1990. Desde entonces, el aumento de la productividad, la constante reducción de los costos y las redes de computadores nos han introducido en otra época de la historia.

Al comienzo de la década de los 90 la Red dejó de ser un instrumento especializado y comenzó a populari-zarse. El número de anfitriones (hosts) aumentó, de menos de 100.000 en 1988, a más de 36 millo-nes en 1998. Se estimaba en 143 millones las personas usuarias de la Red en 1998; este número ha supe-rado los 700 millones el año pasado, 2001. Actualmente 50 millones de hogares en EEUU y casi otros tantos en Euro-pa tienen un computador en casa, y muchos de ellos, dos. La radio había nece-si-tado 38 años para popula-ri-zar-se; el computador personal 16; la televisión 13; la Red, 4; es el instrumentro de comunicación de más rápido crecimiento que haya habido jamás.

Un cambio de muy largo alcan-ce, tanto a nivel nacional como local, se está produciendo. Los panfletos y las pancartas ya no se usan. Las campañas usan ahora el correo-e (electrónico) y las páginas en puestos (sites) en la Red.

En agosto de 1991 fue derrotado el intento de golpe de estado contra Gorbachof. Los golpistas se habían apoderado de las estaciones de televisión y radio, pero no pensaron en cerrar la red telefónica. La naciente red de computadores comenzó a suministrar información a otros computadores y fax en toda la Unión Sioviética, difundiendo la decla-ra-ción de desafío de Yeltsin y comunicando a Moscú con el mundo. La información galvanizó la resistencia popular y sofocó el intento de golpe de estado.

En 1997 los principapes países de la OCDE comenzaron a negociar en secreto un acuerdo para esta-ble-cer un marco mundial para normas de inversión (AMI), para impedir que los gobiernos favorecieran las inver-siones nacionales y eliminar toda traba a las multinacionales. Cuando se hizo público el asunto en la Red, una coalición de ONGs unieron fuer-zas para atraer la atención de la prensa y concientizar al público sobre lo que se tra-maba en secreto. A fines de 1998 hubo campañas contra el AMI en más de la mitad de la OCDE y en muchos países en desarrollo. La presión fue tanta que las negociaciones tuvieron que ser suspendidas.

Seattle, Washington, Praga... son hitos más recientes y conocidos de esta resistencia telemática. La última: el Banco Mundial suspendió su reunión en Barcelona programada para junio de 2001, a la vista de la creciente oposición popular posi-bilitada sobre todo por la Red.