Los palenques y Zumbí de los Palmares

LOS PALENQUES Y ZUMBÍ DE LOS PALMARES

David Raimundo DOS SANTOS


Para hablar de Zumbí es preciso saber de los Palenques, sobre todo del Palenque de los Palmares, donde él entregó su vida en la lucha por la liberación de su pueblo.

Los dueños de los ingenios mantenían en ellos a los esclavos valiéndose de las más extremas vio-len-cias. En los libros oficiales de historia casi nada se dice de las luchas contra la esclavitud. Puntos clave de esa lucha, los palenques se extendieron a todo Brasil, durante todo el tiempo en que hubo esclavitud negra. Los palenques fueron espacios de libertad creados por los negros.

En los palenques se daba un tipo de sociedad diferente de la nuestra de hoy. Había palenques de varios tamaños, y tenían relaciones entre sí. Tenían relaciones comerciales con varias localidades. Los habitantes de los palenques cultivaban arroz, frijoles, mandioca, caña, papas, legumbres... Tenían huertas con varios tipos de frutas. Había quienes tenían mucho conocimiento de la metalurgia, del hierro, con técnicas traídas de Africa. Algunos palenques tuvieron gran relieve, como el Palenque de Ambrosio, en Minas Gerais. Llegó a tener ¡más de 10 mil habitantes!

El Palenque de Palmares resistió más de cien años. Su origen es anterior a 1600, aunque no se sabe el año exacto. En Palmares había once poblaciones conocidas. Cada población tenía un jefe, esco-gido por su fuerza, inteligencia y habilidad. Había leyes rigurosas, con penas de muerte para los robos, el homicidio, etc. Lo que los unía era el hecho de que todos luchaban por la libertad, contra toda forma de opresión y explotación.

La región de Palmares recibió ese nombre porque tenía gran cantidad de palmeras y bosque cerrado lleno de animales peligrosos. Tenía sierras y preci-picios. Hay documentos de esa época que hablan de Palmares como de un verdadero Estado negro. Los ataques y las persecuciones fueron muchas. Todas las expediciones de los colonizadores fracasaron ante Palmares. Ganga Zumba, uno de los jefes de Palmares, fue rendido, hecho prisionero y envenenado después de falsas promesas hechas por los colonizadores.

Zumbí, recién nacido, fue entregado a un sacer-dote, que lo crió, lo hizo monaguillo, le enseñó el evangelio en latín y en portugués. Zumbí fue un profundo admirador de Jesús y de su propuesta de vida. A los 15 años huyó a Palmares, pero volvió algunas veces a Porto Calvo, donde había morado, para visitar al sacerdote. Muy joven Zumbí ya fue jefe de uno de los poblados. De acuerdo con Ganga Zumba en 1678, Zumbí pasó a ser jefe de las Fuerzas Armadas de Palmares. Para Zumbí, lo importante no era ser libre él, sino liberar a todos los negros todavía esclavos.

Ganga Zumba, el jefe del Quilombo que antecedió a Zumbí, fue traicionado por los portugueses y sus aliados. Asesinaron a sus hombres de confianza. Jefes como João Mulato Canhongo, Amaro y Gaspar fueron degollados. Los otros fueron repartidos como esclavos entre los grandes propietarios de la región. A Ganga Zumba lo envenenaron.

El gobernador y hasta el mismo rey de Portugal enviaron mensajes a Zumbí ofreciéndole perdón, li-bertad y tierra para él y su familia, si deponía las armas. Zumbí jamás aceptó un acuerdo que per-ju-di-case a su pueblo. De 1670 a 1680 los portugueses hicieron 25 ataques a los Palenques de Palmares. Los palenqueños rechazaron victoriosos ¡¡¡los 24 primeros!!!

Domingo Jorge Velho, el bandeirante, humillado por el coraje de Zumbí, descargó su locura degollando doscientos indios. En 1692 el P. Antônio Vieira escribe al Rey de Portugal diciéndole que no había posibilidad de negociar con los palenqueños. Lo único que se podía hacer sería destruir totalmente el Palenque de Palmares. Para eso Portugal tuvo que montar el ejército más fuerte de toda su historia colonial. Juntó cinco mil hombres con las armas más modernas del mundo en aquel momento: ¡los cañones! Hubo un gran combate, con muchas muertes de los dos lados. El Palenque fue destruido... por los cañones.

En 1695, en el bosque, Zumbí intenta reorganizar el ejército. Fue visto en Penedo (Alagoas, Brasil) jefeando un grupo, buscando armas y municiones. Había varios grupos de negros armados en la selva. Uno de ellos era comandado por Antônio Soares, que fue capturado por los bandeirantes paulistas. Estos atacaron, y los negros resistieron, prefiriendo morir antes que rendirse.

Así, el 20 de noviembre de 1695 es asesinado Zumbí. Su cabeza fue cortada y expuesta en la plaza pública, en Recife. Varios palenqueños fueron a Pa-raíba, donde con otros negros e indios fundaron el Palenque Cumbe, muy combativo, que sobrevivió has-ta 1731. Otros se dispersaron por varias ciudades de Brasil llevando este ideal. Las tierras de Palmares fueron divididas entre los dueños de ingenios que habían financiado la batalla final.

En 1986, atendiendo a las reivindicaciones de la comunidad negra, las tierras en las que estaban el Palenque de Palmares, la Sierra da Barriga... fueron tomadas por el Gobierno Federal, para crear en el lugar el MEMORIAL ZUMBI, donde todos los años, el 20 de noviembre, realizamos conmemoraciones.

Para reflexionar:

a) ¿por qué el sistema y el poder no dejan que se cuente en las escuelas la verdadera historia del pueblo negro?

b) “Un pueblo que no conoce su historia es un pueblo dominado”. “Casi el 70% del pueblo afrodescendiente no gusta de ser considerado negro”. ¿Qué piensas de esto?

Palabra de Dios: Lucas 4, 16-21. ¿Qué relación ves entre esta Palabra y la lucha de nuestro pueblo negro ayer y hoy?

Fuentes:

SANTOS, Joel Rufino dos, Zumbí, Ed. Moderna, São Paulo, coleção “Grandes personagens da Nossa História”, volume I, Abril Cultural SP

FREITAS, Décio, Palmares, a guerra dos escravos, 1984

CARNEIRO, Edison, O quilombo dos Palmares, 1985

Frente Nacional do Trabalho e GRUCON, Cadernos de Formação, série “Negros”

 

David Raimundo DOS SANTOS

Rio de Janeiro / São Paulo, Brasil