El círculo vicioso a romper

El círculo vicioso a romper


«La pobreza es la principal enemiga de la ecología. A la vez, el daño a la ecología genera más pobreza».

En el ámbito sociocultural y económico del tercer mundo es alarmante la presión sobre los recursos naturales. Por una parte persisten y se incrementan patrones de desigualdad social que crean hambre, enfermedad y pobreza. A su vez estos factores empeoran las relaciones entre el hombre y la naturaleza.

En América Latina existen extensos recursos naturales, variados ecosistemas y gran potencial humano desaprovechados, sin las opciones económicas necesarias para conservarlos o aprovecharlos en forma sostenida. La región, con sólo un 8% de la población mundial, posee actualmente un 23% del suelo potencialmente arable, un 27% de tierras con vocación agropecuaria, un 31% de agua superficial utilizable y un 46% de selvas tropicales en relación con el resto del mundo.

Los problemas ecológicos que experimenta América Latina tienen sus orígenes en la propia estructura socioeconómica impuesta a la región: alto incremento de población, falta de tecnología para aprovechar racionalmente los recursos, alta dependencia inducida por los mercados extranjeros y poca comprensión sobre la importancia de la sostenibilidad de los sistemas naturales esenciales.

Desaparece el bosque

La pobreza crítica, por necesidad o ignorancia, echa mano desesperada de los recursos naturales disponibles y contamina el ambiente, propiciando ese círculo vicioso de pobreza - degradación ambiental - más pobreza. El poder comer hoy está resultando más perentorio que el tener que vivir mañana.

La llamada frontera agrícola ha sido calificada como la principal responsable de la desaparición de los bosques en la mayoría de países de la región. Sin embargo, no son tomadas en cuenta las compañías extractoras de madera tanto nacionales como internacionales, sobre quienes pesa gran parte de la responsabilidad. La creación de infraestructura - caminos de penetración, campamentos de alojamiento y aserríos- en las zonas de bosques para el saqueo indiscriminado de maderas preciosas por parte de estas empresas facilita la migración campesina hacia el centro de la selva.

Si bien la cultura migratoria del campesino de frontera agrícola es la principal responsable de la destrucción de las reservas de bosques, esto tiene sus raíces en las pocas o nulas posibilidades que tiene de insertarse en un modelo económico diseñado para satisfacer los intereses únicamente de los medianos y grandes productores. La economía de sobrevivencia de este campesino está determinada por las posibilidades que le presenta la tala, roza y quema, herencia que arrastra desde su lugar de procedencia, en la mayoría de los casos zonas extremamente secas. Las selvas tropicales no resisten este sistema debido a la pobreza de su suelo cuya riqueza viene únicamente de la maleza.

Salud y ambiente

En las sociedades empobrecidas de nuestros países importa atenderla relación entre salud y ambiente. En Latinoamérica un sexto de la población respira el aire contaminado de sus capitales o principales centros urbanos, y casi todo la gente de la región está expuesta a enfermedades por la ingestión de alimentos contaminados. La mortalidad infantil es del 6% en promedio, por las pobres condiciones higiénico-ambientales. A ello hay que agregar que un 40% de los hogares no consumen el mínimo necesario de calorías diarias.

En Centroamérica 20.000 personas han muerto en los últimos 5 anos envenenadas por la aplicación indiscriminada de plaguicidas en los cultivos. En Nicaragua todavía se utiliza el 75% de los insecticidas que están prohibidos o restringidos en Estados Unidos.

En la actualidad existen ofertas de inversionistas que pretenden instalar hornos crematorios de basuras producidas en algunas ciudades de Norteamérica, para ser quemada en el istmo centroamericano, lo cual ha obligado a los presidentes de los cinco países a prohibir conjuntamente la instalación de tales empresas en sus respectivos territorios. A estos inversionistas se les paga por sacar la basura de su país de origen, mil dólares por tonelada. Ellos pagan al país receptor, un dólar por tonelada.

¿Alternativa ecológica?

Los problemas ambientales en América Latina no son fáciles ni rápidos de solucionar, si no van ligados a una estrategia inspirada en un desarrollo económico sostenible que sea a la vez justo. Este deberá satisfacer las necesidades del presente sin comprometer el porvenir de las futuras generaciones. Es urgente que los gobiernos y pueblos tomemos conciencia ambiental de la necesidad impostergable de manejar racionalmente los recursos y ambientes naturales.

Se necesitan cambios sustanciales de orden político, social, institucional, económico y tecnológico, que permitan estructurar una nueva relación con los países desarrollados. Los Estados latinoamericanos deben propiciar metas que conduzcan a la erradicación de la pobreza. No pueden seguir actuando como pordioseros en el paraíso.