El 12 de septiembre

El 12 de septiembre

Carlos Campo Sánchez


Sobre el 11 de septiembre (11-S) poco hay por escribir. Se ha escrito en abundancia, y en muchas ocasiones –es mi parecer- sin demasiado tino. Según dicen, aquel día todos nos sentimos norteamericanos, se terminó una época y comenzó otra nueva, EEUU rompió con su tradicional aislamiento y decidió trabajar de forma conjunta con otros países…

Me gustaría hacer una serie de consideraciones sobre el 12 de septiembre o, dicho de una forma más exacta, sobre lo que ha pasado después del 11-S hasta la actualidad. Son muchas -y variopintas- las conclusiones que se pueden extraer.

1) Después del 11-S algún tipo de terrorismo se ha convertido en la preocupación número uno de las grandes potencias. Digo ‘algún tipo de terrorismo’ porque las acciones criminales del gobierno israelí, siguen recibiendo bendiciones o disculpas comprensivas. Problemas tan acuciantes como el hambre en el mundo o la escandalosa y creciente pobreza en el planeta, han dejado de ser relevantes. En los foros internacionales solamente se habla de seguridad y lucha contra el terrorismo… Parece que los muertos en las torres valen más que los muertos en los llanos.

2) Después del 11-S ha muerto la OTAN. No seré yo quien llore esta muerte. Pero creo importante señalar que no es una muerte que permita más vida. La muerte de la OTAN es la demostración de la hegemonía total y absoluta del poderío militar norteamericano. La maquinaria militar USA no necesita foros donde hablar y ajustar sus acciones a ciertos parámetros racionales. Lo único que necesita son bases para que aterricen y despeguen sus aviones, y algunos soldaditos (como los que de forma entusiasta mandó el presidente Aznar, de España) que pasen por las calles de Kabul diciendo a los afganos que no monten más bronca no vaya a ser que los marines se vuelvan a enfadar.

3) Después del 11-S se ha vuelto a matar a la ONU. Digo que se ha vuelto a matar porque hacía tiempo que se la venía matando. Hoy día la ONU pinta menos que una tertulia radiofónica: hablan, presentan resoluciones, votan… mientras se oye de fondo una risita sarcástica procedente de la Casa Blanca.

4) Tras el 11-S la política exterior de la Unión Europea ha demostrado su ineficacia. Una vez tras otra la diplomacia de EEUU demuestra que el punto de vista europeo es erróneo, o intranscendente. Los políticos europeos se parecen a esos lugares donde los trabajadores critican al jefe, y cuando éste aparece todos se levantan para cederle su asiento.

5) Tras el 11-S hay un pueblo perdedor: el pueblo afgano. Si alguien tenía alguna duda, hoy parece evidente que la acción armada del ejército norteamericano no ha terminado con Osama Bin Laden, ni con el mulá Omar. Ha arrasado un país, ya en ruinas, y ha dejado al pueblo afgano, al que dicen que se quiere democratizar, en un estado de carencia total que va a llevar a la muerte a millones de personas.

6) Tras el 11-S han comenzado a morir las libertades. Se censura la prensa, se espía la red, se imponen tribunales militares especiales, se conculcan los derechos de los prisioneros, se detiene de forma arbitraria… más que sentirnos norteamericanos todos nos empezamos a sentir peligrosos terroristas en potencia.

7) Tras el 11-S no todo han sido muertes. Ha resucitado el patriotismo impresentable de EEUU, ha despuntado aún más el militarismo y el autoritarismo del imperio, ha convertido en un héroe a una persona gris e inculta como es Bush, ha creado nuevos y rentables personajes para películas (los abnegados bomberos), ha aumentado el número de metros de tela vendidos con las barras y estrellas.

El 11-S todo el mundo coincidía en que el paisaje en el lugar de las Torres Gemelas era desolador. Tras el 11-S el paisaje es desolador en el planeta, gracias en parte a la humanitaria tarea de EEUU por instaurar la justicia en el mundo. Qué justicia tan cruel. Cuántas muertes para nada.

«Verapaz» 55, pág.7-8

¿Y de éstos, quién se acuerda?

El 11 de septiembre de 2001 también 35.615 niños murieron, de hambre (según la FAO).

Víctimas: 35.615

Lugar: países pobres del planeta

Ediciones especiales de televisión: cero

Artículos de prensa: cero.

Mensajes del presidente: cero.

Convocatoria de una unidad de crisis: cero.

Manifestaciones de solidaridad: cero.

Minutos de silencio: cero.

Conmemoraciones de las víctimas: cero.

Mensajes del Papa: cero.