África

ÁFRICA

UMOYA


Países independientes: 53

Superficie: 30.459.136 km2

Población: 756.900.000 habitantes

Densidad de población: 24,8 hab/km2

Crecimiento demográfico: 2,6 %

Población por edades: 0-14 años:46 %

15-64: 51 %

más de 65: 3 %

Población urbana: 35 %

Población rural: 65 %

Lenguas: 2.000

(30% de las del mundo)

Religiones:

Cristianos: 352.538.000 (46,5 %)

protestantes: 176.098.000 (23,2 %)

católicos: 112.871.000 (14,9 %)

ortodoxos: 32.880.000 (4,3 %)

otros: 30.689.000 (4 %)

Musulmanes: 306.606.000 (40,5 %)

Religiones tradicionales: 90.365.000 (11,9%)

Hinduistas: 2.378.000 (0,3 %)

Hebreos: 290.000

Budistas: 136.000

Religiones chinas: 28.000

Otros: 4.559.000 (0,6 %)

Esperanza de vida: 50,7 años

Hijos por mujer: 6,3

Mortalidad infantil: 98,6‰

Mortalidad materna: 918,5 por 100.000

Calorías diarias per cápita: 2.258

Sin acceso al agua potable: 46,6%

Adultos alfabetizados: 57,9%

Producto Interior Bruto (1996): 430.976 millones de dólares

Deuda Externa (1996): 325.105 millones de dóls. (75,4% del PIB)

Renta per cápita: 584 dólares

RECURSOS (1997)

Industrias extractivas (% de la producción mundial)

Diamantes en bruto (46,80), mineral de cobalto (38,49), de cromo (35, 68), de oro (28,74), de manganeso (26,01), Uranio (21,27), Bauxita (14,87), Petróleo (10,39), Cobre (7,66), Pirita (5,47)

Producción agrícola (% de la producción mundial)

Cacao en grano (61,57), mandioca (47,73), mijo (39,00), sisal (28,89), sorgo (27,64), cacahuetes (20,13), café en grano (18,45), aceite de palma (12,11), maíz (7,34), algodón (7,15)

Continente rico,

Países Empobrecidos

Africa está hoy en el furgón de cola del desarrollo; pero, si ana-liza-mos la historia, observamos que en este continente florecieron imperios y reinos de tal magnitud que estuvieron a la cabeza del progreso y de la ciencia. Y, si nos remontamos algunos cientos de miles de años más atrás, en algún rincón de Africa se produjo el salto del homínido al homo sapiens: Adán y Eva, nuestros primeros antepasados, son negros.

Este suelo africano, verde y rugoso en algunas zonas, reseco y ondulante en los amplios desiertos del Sahara, Namib y Kalahari, encierra bajo sus entrañas inmensos recursos mineros, que desató –y sigue desatando– la codicia de los occidentales. El desarrollo europeo y norteamericano no hubiera alcanzado niveles tan altos sin los recursos africanos: primero con la compra y venta de esclavos, después con la acelerada explotación de las materias primas.

Actualmente, sin embargo, Africa apenas “existe” en los grandes medios de comunicación social; se ha decidido no informar sobre este continente, a no ser para mostrar las hambrunas y la barbarie de las guerras fratricidas –como sucedió en Liberia y Sierra Leona–, porque de esta manera en el imaginario colectivo el negroafricano queda estigmatizado como un ser todavía primitivo. Sobre otros particulares, Africa padece un ominoso y denso olvido, que condena a millones de personas a no ser ni siquiera noticia.

Independencias hipotecadas

En el año 2000, 17 países celebraron 40 años de independencia. Pero en estas cuatro décadas ha habido casi un centenar de golpes de Estado, lo que demuestra la fragilidad de las instituciones políticas, montadas por las potencias colonialistas para dominar mejor los cuantiosos recursos y las instituciones públicas. De hecho, no se crearon naciones fuertes y sólidas, porque esto perjudicaba los intereses de las potencias colonizadoras.

Los países africanos no han conseguido liberarse de la tutela exterior, es decir, a los pueblos no se les ha dejado ser libres. Durante la época de la guerra fría, el continente fue escenario de guerras alimentadas por los países del Este y del Oeste. Después de la caída del muro de Berlín, en el otoño de 1989, se desató una lucha sin escrúpulos por los recursos, petróleo sobre todo, con un agresivo competidor en la zona: EEUU.

Africa ha vivido su corta historia de in-depen-dencia sacudida por periódicas guerras civiles, azuzadas por los países colonizadores y las grandes potencias: Katanga, Biafra, Eritrea, Angola, Mozambique, Chad, Sudán, Sahara... Guerras con olor que atufa a petróleo y a materias primas, y que se han desatado con la connivencia de regímenes locales corruptos y opresores de su propio pueblo. Esto ha producido:

-intensificación del tribalismo, como perjuicio de la cohesión nacional;

-crispación social, pronta al estallido bélico;

-millones de muertos y mutilados;

-millones de refugiados (la mitad de todos los refugiados del mundo son africanos);

-escalada en la compra de armas y creación de ejércitos desmesurados;

-creciente y oprobiosa deuda externa;

-frenazo a la producción alimentaria;

-desinterés por la sanidad y la educación;

-éxodo masivo de jóvenes del campo a la ciudad, con la creación de grandes periferias en las que prolifera un subproletariado;

-incremento de la inmigración hacia el Norte (Europa).

Crisis económica y social

En Africa se da una gran paradoja: es un continente muy rico con muchos países pobres y millones de personas empobrecidas. Las causas han sido ajenas al propio continente y a sus ciudadanos.

Hitos históricos de la depredación imperialista:

-etapa esclavitud: 30 millones de personas arrancadas del continente durante el tráfico negrero;

-etapa colonización: época de la gran explotación a partir de la Conferencia de Berlín de 1884-1885;

-etapa de las independencias: con injerencia permanente del exterior que ha provocado guerras, desplazados y refugiados.

Razones de la intervención extranjera

-la explotación de recursos naturales (materias primas sobre todo) con vistas a la exportación. Los países africanos se convirtieron en grandes fincas de las metrópolis, cada uno de los cuales producía lo que convenía al país colonizador sin ningún control y por eso con efectos perversos. La independencia y el desarrollo quedaron así hipotecados por:

-el monocultivo (cacao, cacahuetes, té, algodón...)

-el monoproducto (cobre, bauxita, madera, petróleo...)

Al mismo tiempo, se produjo la desaparición de grandes bosques, con la consiguiente desertización; Africa sufre ahora una bancarrota medioambiental.

Con sus agresivas políticas financieras, los países occidentales han condenado a los países africanos a endeudarse progresivamente hasta límites insoportables. La deuda externa (que supone algo más del 75 % del PIB de toda Africa) es ahora mismo una losa que impide el desarrollo. De los 10 países más endeudas del mundo, 8 son africanos. Sólo en 1998 los países del Africa negra pagaron al Norte en servicio de la deuda 12.000 millones de dólares. La deuda externa es, por eso, intrínsecamente perversa, moralmente injusta y reprobable. Además, Africa ya pagó la deuda con creces.

El resultado es que 25 de los 30 países más empobrecidos del mundo son africanos. Y los demás tienen en su mayoría niveles de renta por debajo de los límites de la pobreza.

Con la nueva era de la globalización de la economía, se agranda aún más la sima de la pobreza y la gran mayoría de la población africana queda al margen del desarrollo humano.

Una de las consecuencias más perversas del empobrecimiento de la población africana es el gran deterioro sanitario, que ahora evidencia el sida, enfermedad que se ha convertido ya en la mayor causa de mortalidad en Africa. De los 34 millones de seropositivos que hay en el mundo (según datos de enero 2000), 21 millones son africanos. La mayoría de los 13 millones de huérfanos de sida son africanos.

En muchos países africanos el sida está causando ya situaciones irreversibles sobre la población y la misma producción económica. Es ahora mismo, con la deuda externa, la causa más grave de empobrecimiento. Hay varios países donde está descendiendo de forma alarmante la esperanza de vida debido al sida: Zimbabue (44 años), Malaui (39 años), Botsuana (47 años), Uganda (40 años).

Es una gran paradoja que muera tanta gente en un continente que ama tanto la vida.

Valores y Cultura Africanas

Continente plural y complejo, Africa tiene muchas diferencias específicas. El Africa septentrional (“blanca”) se encuentra dominada por la civilización árabe y la religión musulmana; el Africa subsahariana (“negra”) tiene una gran variedad de culturas y de religiones.

Hay un Africa autóctona, tradicional, y un Africa moderna o mixta. La multitud de etnias se reparten entre varios tipos raciales; entre ellos los magrebíes (árabes y bereberes), bantúes, semibantúes, nilóticos, pigmeos...

El africano es un hombre profundamente religioso; vive inmerso en un universo con proyección hacia lo Alto y el más allá. Dios está presente y vivo en todas las culturas.

Amor a la vida – culto a los antepasados – respecto a los ancianos

Según la tradición africana, la “vida” es la llave que permite comprender el alma, la filosofía, la espiritualidad del africano. Es sagrada; hay que respetarla, protegerla y hacerla crecer, de modo que la muerte se concibe como continuación de la vida en el otro mundo. Así se comprende el culto a los antepasados.

“Los muertos no son muertos”, afirman los africanos. Y es que los negroafricanos mantienen una estrecha relación con los antepasados, para no cortar la corriente de la vida. De ahí la importancia y el respeto que se tiene en Africa a los ancianos, por ser los más cercanos a los antepasados; ellos son la memoria del pueblo, los que conservan la historia y multitud de acontecimientos y las palabras recibidas del pasado. Por eso, dijo el estudioso maliano Ahmadou Hampaté Bâ: “Un anciano que muere es una biblioteca que se quema”. En algunas lenguas para designar al “anciano” y al “sabio” se emplea la misma palabra: por ejemplo, “mzee” en suahili.

Familia – etnia – solidaridad

Hogar donde nace y crece la vida, entidad de referencia y de identidad, la familia africana –extendida, nunca nuclear– agrupa a todos sus miembros: hermanos, primos –que son llamados hermanos–, tíos y padres. La solidaridad entre ellos integra las categorías del “tener” y del “ser”; es un compartir con los demás lo que uno es y tiene; es el arte de saber estar y vivir con los “hermanos”. En las lenguas bantúes, “tener” se traduce por “estar con”; “tengo un hermano” equivale a “estoy con un hermano”. Varias familias con un antepasado común forman el clan; los clanes constituyen la tribu o la etnia.

El antepasado común, el jefe, la cultura (la tradición), el idioma, el territorio (la tierra) son elementos que definen la etnia y unen a todos sus miembros (tribu). Una etnia tiene una determinada historia, un sistema político, económico y una organización social.

La pertenencia a una etnia es un don y una riqueza; en ella el africano encuentra sus raíces y sus valores de referencia. Hay ilustres etnias o pueblos que han marcado la historia de Africa: hausa, yoruba, ashanti, bamileke, baulé, kuba, luba, lunda, kongo, baganda, masai, zulú, etc.

Mujer: Desarrollo y Cambio Social

Se ha dicho, y es cierto, que la mujer lo es todo en Africa. Las mujeres son las supervivientes por excelencia en este “portentoso naufragio histórico, metafísico y cultural” que ha sufrido y sufre Africa. Y esto, a pesar de que los modelos de desarrollo impuestos al continente africano y las nuevas políticas neoliberales han con-tri-buido a agravar la penosa situación de la mujer africana.

Nos encontramos así con que del 80 al 98% de las mujeres africanas viven del autoconsumo. Las pocas mujeres que realizan un trabajo remunerado reciben un salario que es entre un 15 y un 30% inferior al de un hombre. El 56% de las mujeres africanas siguen siendo anal-fabe-tas. Su esperanza de vida es menor de 50 años.

Las mujeres controlan el 70% del trabajo agrícola, producen el 80% de los bienes de consumo, transforman la totalidad de los productos básicos y aseguran del 60 al 90% de su comercialización.

Frente a esta situación de opresión, la mujer africana es generadora de vida, educadora y transmisora de cultura; es alegre y festiva, luchadora, testimonio de fuerza, de coraje y esperanza. Y es que en Africa el valor principal sigue siendo la vida. En Africa no se ha renunciado a vivir.

Al lado de esta “madre pacífica y sumisa”, que desearía perpetuar la tradición, hoy se levantan “madres rebeldes” en busca de sus derechos y libertades. Madres que no pierden la esperanza ni la alegría, porque el sufrimiento no quiere decir tristeza, y se atreven a pre-guntar: “¿Dónde estás, Señor? Estás, pero, escondido”.

Efectivamente, muchas mujeres africanas están en pie de lucha y hacen frente, en condiciones adversas, a la pobreza y a la miseria. Se organizan, cooperan para reinventar la sociedad africana, resurgen desde abajo, jugando un papel primordial en el sector informal, en las economías sumergidas, creando redes que las convierten en columna vertebral del tejido social y económico.

Están también presentes en la vida pública, implicadas en empresas, en cajas de ahorro colectivo, en cooperativas, en movimientos reivindicativos, en ac-ciones políticas, en la lucha por la justicia y la paz... Elaboran sus propias publicaciones. Hacen valientes denuncias y propuestas nuevas desde una palabra de mujer.

Las mujeres africanas nos recuerdan que existen otras maneras de ver el mundo y de vivir. Sus formas de creatividad, que se despliegan al margen del sistema dominante, son un modo de subversión contra el sistema de desarrollo que se les ha impuesto y que ha sido un fracaso. Las mujeres encarnan la resistencia al capi-talis-mo asesino.

Africa-mujer grita en favor de la vida. Africa-mujer grita por la libertad, por la paz, por la dignidad y por la justicia.

Páginas en la Red sobre Africa

www.congonline.com

www.africanews.org/PANA/news

www.newafrica.com (muy completa, por países, género, ecología...)

www.misna.org

www.reliefeweb.int/IRIN/cea/glfp.htm (Informes por zonas: Central (Grandes Lagos), Austral, Occidental...).

www.peacelink.it/afrique.html

www.oneworld.org/panos/home/homepage.html

www.justiceafrica.org

www.intafrica.com (Noticias sobre el Cuerno de Africa)

www.hnight-moore.com/html/telematics_in_africa.html (sobre la revolución telemática y las tecnologías en Africa)

www.woyaa.com (buscador sobre Africa)

www.hirondelle.org

www.hrw.org

www.bcn.es/tjussana/cea (CEA, Centro de Estudios Africanos)

www.4.planalfa.es/mcombonianos

Algunos Mártires de África

Mártires del 16 de febrero 1992 de Kinshasa. Más de 10 cristianos, mártires de la democracia, fueron asesinados por las tropas de Mobutu. Reclamaban en una manifestación pacífica la reapertura de la Conferencia Nacional Soberana, símbolo del camino hacia la democracia en el país.

1 de junio: Anuarite Nengapeta (*29dic1939). Religiosa congoleña (zaireña) que murió mártir el 1 de diciembre de 1964 por mantenerse fiel a su voto de castidad cuando el coronel de los simbas, Pierre Olombe, quería hacerla su mujer.

3 de junio: Carlos Lwanga y otros 21 mártires de Uganda: jóvenes quemados vivos por Mwanga, rey ugandés de los baganda por su adhesión a la fe cristiana. Junto a estos 22 católicos fueron muertos por razones religiosas 11 protestantes, 8 “paganos” y un musulmán: ¡semilla del ecumenismo en Africa!

12 agosto: Isidoro Bakanja (*1885). Joven catequista congoleño (zaireño) que, mandado azotar por su amo belga, hostil a las prácticas religiosas, murió mártir el 15 de agosto de 1909 perdonando a su patrón.

Steve Biko y los mártires surafricanos. Asesinado el 12 de septiembre de 1977 por luchar contra el aparteid y defender a los negros de Suráfrica.

Josefina Bakhita: (1890-1947). Sudanesa de origen, fue vendida cinco veces como esclava. Tras su deportación a Italia, se hizo religiosa en el Instituto de las Hijas de la Caridad (Hermanas Canosianas).

Emile Biayenda: Cardenal-arzobispo de Brazzaville, asesinado el 22 de marzo de 1977 por defender a su pueblo.

Christophe Munzihirwa, arzobispo de Bukavu asesinado el 29 de octubre de 1996. Pastor que supo denunciar con lucidez y valentía la injusticia de la guerra y de las divisiones étnicas que muchos –de dentro y de fuera de Africa- promovían por intereses oscuros. Solía decir que “la mejor forma de llorar un muerto es trabajar su campo”.

Por las mismas razones, varios sacerdotes, religiosos y laicos son asesinados en el este de R. D. Congo por las tropas rebeldes y tutsis ruandesas: Claude Buhendwa, Georges Kakuja y otros muchos de las localidades de Kasika, Makobola, Ngweshe, Burinye, Kamituga, Kasala, Budi, Mwenga.

 

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