25 de noviembre y 8 de marzo

25 de noviembre día contra la violencia a la Mujer


La elección del día 25 de noviembre como fecha internacional de la lucha contra la violencia contra la mujer fue un acuerdo que tomaron las mujeres que se reunieron para el I Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe que se llevó a cabo en Bogotá, en 1981, aceptando la solicitud de la delegación de República Dominicana que proponía que de esta forma se rindiera homenaje a las hermanas Mirabal: Minerva, Patria y María Teresa.

Ellas son un ejemplo vivo del tipo de mujer comprometida con las luchas de su pueblo.

Cayeron por la violencia del régimen de Trujillo, quien durante 30 años mantuvo al pueblo dominicano en el atraso, en la ignorancia y el caos. En 1960, el pueblo domincano, descontento y harto ya de una dictadura tan larga, todos los días llevaba a cabo luchas callejeras contra las fuerzas militares represivas que sostenían al dictador.

Las hermanas Mirabal nacieron en la Sección Ojo de Agua, provincia de Salcedo, República Dominicana. Las condiciones de vida que se daban en el país y en la zona donde vivieron, consecuencia del dominio estadounidense y el atraso de las relaciones de producción, determinaron su sensibilidad frente a los agudos problemas sociales.

La participación activa de las hermanas Mirabal en la lucha contra Trujillo, les ganó la fama de revolucionarias. Motivo más que suficiente para que en cierta ocasión Trujillo manifestara ante un grupo de personas que sus dos únicos problemas eran las hermanas Mirabal y la Iglesia.

Patria Mirabal

La hermana mayor, fue viva testigo de las numerosas injusticias que se cometían en su país. Se casó muy joven con Pedro González Cruz, con quien tuvo tres hijos. Su hogar sirvió de refugio y punto de referencia en la coordinación y organización del Movimiento 14 de Junio. Descubierto el Movimiento, son encarcelados sus dirigentes y la mayoría de sus miembros, entre ellos su esposo y su hijo de 12 años. Su hogar fue arrasado por la furia trujillista y sus bienes expropiados. Su muerte fue horrenda.

Minerva Mirabal

Con 22 años y por haber rechazado las pretensiones amorosas del dictador, es detenida y encarcelada. En la plenitud de su madurez política, Minerva fue también una de las organizadoras del Movimiento 1º de Junio. En 1955 se casó con Manolo Tavarez Justo, con quien tuvo 2 hijos. Minerva, representante de las ideas políticas más avanzadas de su época, constituye una referencia histórica para los pueblos que constantemente luchan por su libertad. Su muerte fue cruel.

María Teresa Mirabal

La más joven de las tres hermanas. El ambiente de actividades revolucionarias y antitrujillistas que la rodeaba y su profunda sensibilidad social la llevan a colaborar activamente en el movimiento 14 de Junio.

Víctima de la represión, fue encarcelada varias veces. María Teresa se caracterizó por su firmeza y dignidad en los interrogatorios ante los hombres del Servicio de “Inteligencia” Militar SIM. Su muerte conmocionó a todo el país.

¿Qué pasó ese 25 de noviembre de 1960?

Minerva y María Teresa fueron a visitar a sus esposos a la cárcel en compañía de su hermana Patria. En un lugar solitario del camino fueron interceptadas por agentes del Servicio Militar de “Inteligencia”. Conducidas a un cañaveral próximo, fueron objeto de las más crueles torturas antes de cometer lo que se ha considerado el más horripilante crimen de la historia dominicana. Cubiertas de sangre, destrozadas a golpes, estranguladas, fueron puestas nuevamente en el vehículo en el que viajaban y arrojadas a un precipicio, con la finalidad de simular un accidente.

El asesinato de las hermanas Mirabal produjo un gran sentimiento de dolor en todo el país. Y sirvió además para fortalecer el espíritu patriótico de un pueblo deseoso de establecer un gobierno democrático que garantizase el respeto a la dignidad humana.

La memoria de estas valientes hermanas, mártires, que arriesgaron su vida y la dieron efectivamente por la Causa de la Mujer, nos llena de esperanza y nos da fuerza para seguir luchando por una sociedad no machista, igualitaria, en la que mujeres y hombres podamos vivir en fraternidad/sororidad humana.

8 de marzo:

día internacional de la Mujer

La celebración del 8 de marzo como «Día Internacional de la Mujer» representa al menos ocho décadas de lucha por la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo.

La historia se remonta a la Casa del Pueblo en Copenhague (Dinamarca), donde en 1910 se proclamó jornada internacional. A instancias de Clara Zetkin, miembro del Sindicato Internacional de Obreras de la Confección, en la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, se aprobó una resolución en la que se proponía que se celebrara todos los años un Día de la Mujer, en honor del movimiento en favor de los derechos de la mujer.

La resolución, aprobada por más de 100 delegadas de 17 países, fue el resultado de la lucha que hasta entonces habían conducido diferentes generaciones de mujeres.

Desde entonces esta fecha se ha convertido en un día en el que las mujeres de todo el mundo luchan por sus derechos.

Dentro de esa lucha cabe destacar a las obreras de la industria textil y de la confección, quienes el 8 de marzo de 1857 se manifestaron en las calles de Nueva York exigiendo el derecho al trabajo y condiciones laborales más humanas: más de 100 obreras tomaron la fábrica donde trabajaban para exigir 10 horas de trabajo, en vez de 16, además de protestar por los bajos salarios, las condiciones de insalubridad y abusos de los patrones. La lucha duró 13 semanas, bajo la proclama “Estamos en huelga, por un trato humano”.

En respuesta, los patrones decidieron numerosos despidos, quemaron la fábrica y a las obreras dentro de ella.

Otro hecho importante en esa lucha fue que en 1908 en Nueva York, 20.000 obreras textiles (la mayoría inmigrantes) se organizaron en una huelga general que es conocida mundialmente por «el gran levantamiento». Soportaron hambre, frío, golpes y encarcelamiento hasta ganar cambios en sus condiciones de trabajo, y además rompieron con la idea de que ni las mujeres ni los inmigrantes tenían capacidad de organizarse. Y, también, fueron estas mujeres las que demostraron, por primera vez en EEUU, lo efectivo de una huelga general.

¿Qué se puede hacer?

Será importante aprovechar ambas jornadas para hacer conciencia colectiva sobre la Causa de la mujer y su actual situación de postración. Muchas iniciativas podrán tomarse:

-dar a conocer el origen de esas fechas;

-buscar en la historia universal y en la historia de nuestro propio pueblo la presencia de la mujer, así como su ausencia, y reflexionar al respecto. Rescatar los nombres y las biografías de las mujeres latinoamericanas y de nuestro propio pueblo que consideramos más ejemplares;

-detectar situaciones consideradas «normales» por la costumbre, en las que descubrimos una clara violencia y/o discriminación de la mujer;

-examinar el «modelo de mujer» que se está transmitiendo en la educación, en los medios de comunicación, en la predicación religiosa, en nuestro imaginario social… en nuestro lugar concretamente; analizarlo críticamente; organizar algún debate en nuestro propio grupo o comunidad, o abierto al público;

-hacer un elenco de caracteres del «perfil de la mujer ideal» latinoamericana, la que necesitamos hoy en nuestro Continente, en esta hora; ¿cómo podría conjugar la mujer sus distintos papeles de esposa, madre, ama de casa, trabajadora, profesional, militante?… ¿O hay algún papel que se le pueda imponer?

-dar la palabra expresamente a la mujer: que un grupo de mujeres analicen la situación de la mujer en el propio lugar y presenten públicamente un informe, un análisis de sus causas y sus conclusiones, como punto de partida para un debate;

-tomar conciencia de la situación de la mujer en las diferentes Iglesias: igualdad de derechos, posibilidad de participación, capacidad para el sacerdocio, la predicación, los trabajos humildes…

-reflexionar y hacer reflexionar a los demás sobre la relación que tiene la Causa de la mujer con los valores fundamentales de la propia religión.

La Causa de la Mujer forma parte integral de la Causa de un Mundo Nuevo, de la Causa de la Justicia, de la Opción por los pobres y, para los cristianos, de la Causa de Jesús (lo que él llamaba el Reinado de Dios, que constituía el centro de su predicación).